viernes, 23 de julio de 2021

Dejar ir...

 



La muerte, que concepto tan abstracto,  podemos saber de ella, solo cuando sucede a condición de no revelarlo. Algo sabemos los que perdimos a alguien que tenía valor en nuestros afectos!  Saber de ella con anticipación, es decir, tener la certeza de que no existe tratamiento posible que le sostenga la vida,  o su contraparte, que se marche de manera intempestiva, imprevista, impensada, el resto es el mismo, no es menos devastador, ni menos inconmensurable el dolor.


El saldo?  es que puedes despedirlo, un pequeño o gran tiempo para decir lo que sientes, coger su mano y declararle tu amor o tus buenos deseos para su descanso eterno, darle un abrazo inolvidable, mientras deja su olor tierno en tu recuerdo.


Despedir al ser querido ayuda a soltar su partida y no quedarse atormentado  con todo lo que hubieses dicho, atorado en la garganta, retumbando en tus pensamientos sin encontrar salida!


Perder un ser querido devasta el alma,  lo sabe bien, quién ha atravesado esa experiencia.


Cuando ese ser querido es quien dio la vida, esa, con la que tuviste tantos desacuerdos,  desencuentros,  enseñanzas, abrazos entrañables,   peleas duras, palabras dulces.  Esa conexión dual entre  amor y estrago que solo se vive con ella.


Cómo dejarla ir si no la despediste? 

Escribir en su nombre va curando.