lunes, 27 de diciembre de 2021

Los dichos

 Ni motivo, ni motor, ni  roca, ni razón de seguir adelante! 

La razón de vivir o levantarse cada mañana deberían ser los hijos? mi fuerza proviene de otro lado. 

Sabiendo que la palabra impacta en el cuerpo, dejando huellas, más aún si son tus hijos. No se puede escoger cada palabra de un decir, cada decir proviene de un ser, subjetivo al fin, si volteas tu dicho para el lado de quién lo recibe, quedaría: "ser fuerte para sostener las debilidades de la madre". 

Los hijos que solo sean los hijos, al menos que  sea un intento, cuantos designios familiares estarán escritos en su piel, pero si estás advertida de que aquel mandato "ser la fuerza de levantarse  de la madre" los lleva caminar hacia un destino marcado y no hacia  el propio; entonces no sería más liviano para ellos qué busquen su propio camino?

Que sean lo que quieran ser, lo que busquen, lo que encuentren, lo que deseen, lo que anhelen.

"Ser el sostén del otro",  esos dichos que parecen tan inocentes, lo serán?



Lo escrito en el cuerpo, escrito está!

Solo en un análisis lo podrás leer! 


viernes, 13 de agosto de 2021

 Carta para ella

Te dormiste mi querida! te dormiste para siempre, quién  sabe si querías despertar, te llevaste contigo ese secreto.

Sé que te aferraste a la vida, desde siempre, pero una condición odiosa se coló en ese deseo, que hizo de tu vida un laberinto, muchas veces te encontraste perdida o desorientada, en una búsqueda incesante de ese enigma, que suponías que venía de los demás, entonces todo lo que viniera de los demás era finamente escudriñado, dando como resultado siempre: un insuficiente.

Tu vacío era tan enorme, casi infinito, que lo que ofrecieran, para ti eran migajas, no alcanzaba para calmar el dolor de ese vacío tan inmenso.


Pero fuiste  valiente, viviste con coraje y fortaleza, ese dolor, supiste  trasladarlo a tu cuerpo, siempre maltrecho, parece que sin ser experta, notaste que en el cuerpo el dolor existencial, duele menos que en el alma, o al menos fue la fórmula  que inventaste para atravesar tu camino.

Tu cerraste los ojos para siempre, encontrando por fin esa paz mezquina y yo recién abro los míos,  demasiado tarde para verte ya no estás conmigo!

Mi querida! seguramente recién estás conociendo tu nueva casa, hace tiempo que querías mudarte!

Pronto conocerás a tus vecinos y en algunos días más te reencontrarás con tu adorada madre, podrás dormir como una niña en su tibio regazo.

Me contaste que te vino cuidar cuando estuviste enferma, protegiéndote,  sentada en tu cama, dos o tres días pudiste tenerla cerca, hasta que te sentiste mejor!

Quién sabe, tu madre tan sabia, de repente se dio cuenta que no era el cuerpo lo que tenías convaleciente, sino el alma y a lo mejor dejó en tus sueños una suave invitación a irte con ella, quizás dejó en ti impregnado su perfume, ese perfume entrañable al que solo las madres huelen y así sin más, te dispusiste a seguirlo  en tus sueños, tal vez por eso no despertaste, quedaste prendada de su aroma tan sublime, no volteaste a mirar, para que?

Ya viviste, ahora es tiempo de volar mi querida!

viernes, 23 de julio de 2021

Dejar ir...

 



La muerte, que concepto tan abstracto,  podemos saber de ella, solo cuando sucede a condición de no revelarlo. Algo sabemos los que perdimos a alguien que tenía valor en nuestros afectos!  Saber de ella con anticipación, es decir, tener la certeza de que no existe tratamiento posible que le sostenga la vida,  o su contraparte, que se marche de manera intempestiva, imprevista, impensada, el resto es el mismo, no es menos devastador, ni menos inconmensurable el dolor.


El saldo?  es que puedes despedirlo, un pequeño o gran tiempo para decir lo que sientes, coger su mano y declararle tu amor o tus buenos deseos para su descanso eterno, darle un abrazo inolvidable, mientras deja su olor tierno en tu recuerdo.


Despedir al ser querido ayuda a soltar su partida y no quedarse atormentado  con todo lo que hubieses dicho, atorado en la garganta, retumbando en tus pensamientos sin encontrar salida!


Perder un ser querido devasta el alma,  lo sabe bien, quién ha atravesado esa experiencia.


Cuando ese ser querido es quien dio la vida, esa, con la que tuviste tantos desacuerdos,  desencuentros,  enseñanzas, abrazos entrañables,   peleas duras, palabras dulces.  Esa conexión dual entre  amor y estrago que solo se vive con ella.


Cómo dejarla ir si no la despediste? 

Escribir en su nombre va curando.