lunes, 25 de junio de 2012

El niño en los tiempos del autismo

El niño actual, el de los tiempos que corren, no es el mismo niño de décadas atrás, ni en sus  juegos, ni en su demanda al otro, ni en sus síntomas, ni en su goce, el individuo va cambiando según la época que le toque vivir y el niño no es ajeno a este cambio.
Nos encontramos en la consulta clínica con niños que no  pueden expresarse  a través de la palabra pero si en actos, actos que son diagnosticados rápidamente por la ciencia.
El niño de hoy es un niño autista en su modo de gozar, es decir un niño solitario, que disfruta  de los juegos  tecnológicos, no necesita de amigos para distraerse, es un niño con un cierto desenganche del otro, que no hace lazo, sino, con un mundo virtual, este desenganche no es sin padecimiento.
Cada vez se deja menos margen al error, la estimulación comienza desde  la concepción, es decir, desde la barriga de la madre son estimulados para ser “mejor”, son llevados a estimulación temprana desde muy pequeñitos, tienen un nivel de exigencia que a veces no es coherente con la edad cronológica del menor, en colegios incluso son rotulados si es que no permanecen sentados en su silla durante todo el horario escolar, que dicho sea de paso cada vez es mas extenso, y  si a los 3 años no pronuncian bien la “R” que es una letra bastante difícil se recomienda la terapia específica.
Desde el discurso de la ciencia, poco espacio hay para un sujeto, lo que hay, es un niño desaparecido entre rótulos, estigmas e imposiciones sociales, un niño muy solitario con un goce autista, queda escondido muy en el fondo el sufrimiento subjetivo, el verdadero malestar de un niño, porque la cura desde esta óptica, no alivia al niño,  apunta a aliviar el síntoma (medicamentos incluidos) es decir, a que no sufran, pero los otros (colegio, padres, etc).
En la época de la desresponsabilización, donde la culpa la tiene el otro, el  psicoanálisis sigue apostando y abriendo  un espacio a la palabra para el alivio subjetivo.

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